Salimos a las 7 de la mañana de la puerta de la iglesia, subimos hasta la cuesta de "La Cierva", y los 5 Km. hasta Encinasola nos metimos todos con las bicicletas en la furgoneta de Masero (ver fotos) porque aún está en obras, parecíamos borregos, se hicieron más largos esos 5 Km. que 100 en bici.
En total fuimos 14 ciclistas contando a Masero que se cambió en Valverde del Camino como conductor con Manolo "Peroles" que se montó en la furgoneta en Zalamea la Real porque no ha tenido tiempo de prepararse bien y le estaban dando problemas las piernas.
Por cierto que el amigo Masero tuvo muy mala suerte y cuando llevaba tan sólo unos 20 Km. de ruta, antes de llegar a La Palma del Condado tuvo un pinchazo cuando íbamos todos en grupo rodando estupéndamente y sufrió una dura caida que le produjo varias heridas y golpe en las costillas y la espalda por lo que tuvo que retirarse, una lástima.
El resto del grupo, una vez la furgoneta recogió a Masero y se lo llevó a La Palma del Condado dónde nos esperaban nuestras esposas y demás familia para comer (llevábamos ya 125 o 130 Km.), siguió con muy buen ritmo hasta la comida donde dimos buena cuenta de la comida que nos habían preparado las señoras con todo su cariño y unas birras, coca cola,etc, y rápidamente caminito de Matalascañas.
Pasamos rápidamente Bollullos Par del Condado y Almonte y ahí comenzó a tener problemas en forma de tirones el amigo Rafa, así llegamos a la Aldea del Rocío, donde paramos 5 minutillos para beber un poco y habernos una foto con el toro y encarar la interminable recta que acaba en Matalascañas, que se hizo un poco más larga pues tuvimos que ir controlando el ritmo sin apretar nunca para que Rafa no se descolgase, pero todo el personal aguantó como auténticos campeones hasta Matalascañas, donde José Mari Ardila disputó al sprint la "meta volante" final con Mariano, ganando este último por poco, ganándole los 3 últimos puntos.......jajajajajaja, otra vez será José Mari.
Llegamos al hotel "El Coto" dónde nos esperaban las familias con muchas ganas (eran ya las 5,30 h. de la tarde), nos duchamos y nos fuimos a la playa un ratito, aunque hacía un poco de fresco, pero aún así nos bañamos un poquito.
Por la noche nos permitimos incluso el lujo de bailar casi todo el repertorio de bailes de la "tercera edad" ya que había una orquesta en el hotel para los abuelos y aún tuvimos fuerzas para bailar unos cuantos bailecitos (mirar las fotos).
Al día siguiente estuvimos todo el día en la playa, comimos en el Paseo Marítimo y sobre las 6 de la tarde salimos para Oliva dónde llegamos sin mayor novedad y con la satisfacción de haber realizado la etapa reina fenomenalmente si no hubiese sido por el incidente del amigo Masero, pero que está bastante bien, tan sólo un poco dolorido del golpe.
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| Ruta a Matalascañas |
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